miércoles, octubre 15, 2014

Providencia

Hoy estaba en Providencia un poco complicada pensando en mi nuevo trabajo, y le empecé a hablar a la señora que vende calcetines en Calle Nueva de Lyon con Providencia, me dijo que desde el 18 de septiembre que no venía a vender, le tiré una broma “que bueeno estuvo el 18!” como no se rió, le pedí disculpas, me dijo que no importaba y me explicó que había estado con una fuerte depresión, que el dinero no le alcanza para pagar sus gastos, le pregunté si ella es la mamá del niño con síndrome de down sentado al lado de ella, me dijo que sí, me dio mucha pena y vergüenza de mis preocupaciones mundanas, le dije “hoy le va a ir súper bien, estoy segura” y me regaló una sonrisa , el hijo me regalo un “chao que te vaya bien”. Luego, cuando iba camino a casa vi al típico ciego que toca la flauta en Nueva Providencia con Avenida Ricardo Lyon había puesto un letrero que decía “Yo no puedo ver las maravillas del mundo”. Pueden ser mis abuelos que vivían en Providencia que me envían mensajes de sabiduría o puede ser la vida nada más y sus enseñanzas. Magalí Auters

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