sábado, febrero 28, 2015

Los ríos de nuestra tierra se han teñido con la sangre de esos que han pasado hambre por causa de larga guerra. Desde el mar hasta la sierra hay espíritus guardianes, más el lucro y sus afanes no tienen capacidad de entender la realidad de Mapuche y de Yaganes. Es importante el progreso, pero en su nombre se abusa y yo estoy hasta la tusa de que todos se hagan lesos. Venden por un par de pesos las aguas más cristalinas y para operar sus minas contaminan los caudales y así exportan los metales que después nos vende China. En la tele no hablan nada de lo que pasa en caimanes, parece que los canales le hacen la media fachada. Las aguas contaminadas ya ni se pueden tomar, y se empiezan a enfermar niños, padres y abuelitos, y al culpable del delito nadie lo obliga a pagar. Allá por Antofagasta el aire es un asesino y por culpa de algún mezquino la vida se hace nefasta. Ya es hora de decir basta y decirlo con firmeza: no queremos más represas en el Maipo ni en Aysén; defendamos con newén la madre naturaleza! No dejemos al poder en manos de la codicia por que nunca la avaricia ha guiado bien al ser. Ya no es tiempo de temer ni de ser amenazados por los mismos apernados que manejan al país; defendamos la raíz y vivamos liberados!

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