lunes, mayo 11, 2015

"A propósito de lo que nos está pasando a los chilenos, he estado pensando que país querría para mí, mis hijos y mis futuros nietos. Y en realidad no es nada complejo, quisiera básicamente un país decente, inclusivo, respetuoso de la diversidad, igualitario: donde los míos y los otros sean valorados por lo que son, no por desde donde vienen y que ellos no entiendan el éxito separado ni de la ética ni del destino de otros. Es bastante sencillo, un país donde las AFPs no nos den las pérdidas y se lleven los dividendos, ni las ISAPRES valoren nuestra salud por los ingresos de cada uno. NI donde los bancos, ni las AFPs ni las ISAPRES tengan las ganancias que tienen, porque eso es, simplemente inmoral. Un país donde nadie pueda hacerse rico, si hace que los otros sean más pobres, un país en donde la educación no se preocupe tanto de °como educar° sino también de porqué y para qué. En donde, la política sea ejemplo de virtuosidad y no de especialistas y que los políticos no sean especialistas en negocios sino que en civismo. Un país que no preocupe tanto de crecer sino que de engrandecerse, que tenga sus fines claros y no solo medios, que permita que el arcoíris que somos los humanos pueda florecer sin importar los colores sino que los sueños." Fernando Marín, 2015.

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