domingo, septiembre 04, 2016
Eu genia
"Hoy entré por 3a vez en 3 semanas seguidas a la Fuente Alemana
que no es alemana, sino italiana,
he pedido lomito, rumano, chacarero,
está 3a vez menos obnubilada por la luz del templo
y sentada en la barra
me detengo a mirar a Eugenia
mujer de unos 75 años
lleva delantal blanco y zapatos con terraplén
trabaja enérgica, a pesar que sus años deberían permitirle estar descansando
en su casa, como mi madre que descansa leyendo el diario y haciendo tareas domésticas,
que le quitan mucha energía de todas maneras.
En cambio Eugenia está trabajando ahí un fin de semana
tiene cara de cansada, pero hay una sonrisa en su cara,
me hace el pedido, pone la carne a freír,
me entrega mi cerveza sin alcohol,
ella toma mucho otros pedidos,
está flaca,
me empieza a dar una rabia
que no me deja pensar en otra cosa,
porque esa señora que debería estar gozando de su jubilación está ahí
trabajando, maldita afp, que tiene a muchos viejos trabajando,
ojala esto cambie pronto,
me arma el sandwich,
están sin guantes, pasa su mano por la mesa y me hecha todas las migas que quedaron alrededor de donde lo preparó
(me da ternura ver que hay cero condiciones de higiene y nadie le corrige eso; pienso que de todas maneras
en esta cocina nadie la putea, si hace las cosas de manera incorrecta, he trabajado en cocinas
y creo es lo más cercano que he visto al infierno, de los gritos y puteadas que pega el chef de cocina)
estoy observándola y me dice
"cuide su celular, en cualquier momento se lo pueden sacar"
me da más rabia, porque ella en sus condiciones está preocupada de que además no me pasa nada a mí
que tengo 38 años y estoy de vaga un día sábado chanchando un sanguche
que mierda de país estamos construyendo, sólo me alegra saber que ya son muchos los indignados
y salen a marchar para que se hagan cambios." Magali Autters
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